En mi centro.
En mi centro, aparentemente tranquila, sin que nadie note la larga sombra que se alarga y cala hondo, navego. Lejos queda un horizonte que aparece lleno de promesas. Esta vez no corro. Puedo leer tantas cosas ya en los encapotados cielos...He llegado a saber de luces y sombras, y aunque tímidamente se deja entrever el sol, no salgo a su encuentro, espero.
Una quietud misteriosa me rodea.
Sakkarah
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