La claridad se fue.
La claridad se fue,
no sé si era noche
o era un sueño de amor aislado,
vivido.
Quizá ocultó al sol por su belleza.
La música debía sonar,
digo debía,
porque yo solo oía la melodía de tu corazón,
la más bella de las músicas,
su latido
Mil palabras pronunciadas,
que no se entendían.
Palabras de amor
salidas de lo más profundo del alma.
Los oídos no alcanzaban a memorizarlas.
Las registraba el corazón como un secreto
Bellas plumas blancas, pequeñas.
Plumas de felicidad caían en el ambiente.
Las plumas de los sueños,
de los ángeles enamorados
Sentir el peso de tu cuerpo,
tu aliento, tu piel...
No quiero apartar ese peso tuyo de mi alma,
era el peso de mis sueños,
el peso de mi felicidad,
el peso del universo
que caía postrado en amor sobre mi
Sakkarah
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