Arco iris.

Cuantas veces nuestros ojos dormidos no son capaces de admirar la luz, de impregnarse de los diferentes aromas, y llenar las vista de color.
Mágico mundo el que habita en lo más profundo de nuestro pensamiento, con el reto misterioso de encontrarnos.
Melodía que a veces lleva por los parajes mágicos de la fantasía; y el corazón, artista, va dando pinceladas creadoras.
A veces, en nuestra somnolencia dejamos escapar la pincelada negra del sufrimiento, y cansados damos la vuelta sin recomponer el lienzo.
Hoy lo manché de gris y la apatía me puede; pero mañana el amarillo llenará de luz mi pensamiento formando un arco iris con mis lágrimas.
Sakkarah
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