Las alegrías.
Las alegrías suelen durar poco, son más efímeras que la tristeza; pero es una emoción que da vida.
Podría tener mil motivos, y todos los desecho. Asomo la cabeza a la vida, y seguidamente cierro la ventana.
Estoy aturdida, y en este momento nada importa, ni siquiera el dolor. Es agotamiento vital.
Me tiro al fondo, donde está regada la pena. En su abrazo duermo.
He zozobrado en este mar complejo, y no intento sacar la nave. Me quedo en aguas inconscientes.
Sakkarah
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