Todo declina.

Todo declina, se tuerce la vida. Las horas pasan y yo miro, intento recrearme; pero en nada se posa mi ilusión.

No permanezco en los hermosos momentos de mi vida. ¿Para qué?, nada ha de volver, ya todo es ido. Allí arriba lucen igual de bonitas las estrellas, como cada día despertará el amor en tanta gente, por siempre. Todo sigue, yo pasé; me quedé rezagada entre las zarzas del camino.

Errante en el silencio, mi pensamiento ya no se centra. En mi mano aun queda un puñado de hojas muertas.

Sakkarah