Qué tarde...
Que tarde te descubrí, pero que bello.
Se me iba admirando el alma.
Me sentía feliz con tus palabras y te buscaba...
.Eres joya de difícil acceso
y tuve que conformarme con la espera.
A veces siento que te alejas
y me veo impotente no sabiendo que hacer
para llamar tu atención
En un instante me vino la tristeza de golpe,
la confusión interior
¿Cómo podía ser
que sintiera mi corazón de esa manera?
Me estaba condenando a no ser amada,
aunque en dulce condena...
Ya las horas en que no te encontraba
se hacían largas, eternas.
Tu vestías el día de alegría
Y te veía amado...quería tu felicidad,
pero la pena se alojaba en mis entrañas
Yo jamás conseguiría el sol,
el que alumbra la mañana
Tu silencio es noche que adelanta al día.
Me falta el aire
y busco la caricia de tu palabra.
Pero sé que no es mía,
y, al comprenderlo
maldigo a este corazón que se equivoca
Y yo me doy, y entrego el sentimiento
para nunca recibir, pero te quiero.
Y aún el dolor puede ser dulce al escucharte
Presiento tu mirada y la veo lejana,
perdida en otros mundos.
Eres tan amado
que te vuelves estrella fugaz ante mis ojos.
Te sigo ilusionada
hasta que te pierdes en universos de amores
En el silencio morará este sentimiento,
pero siempre se acercará a acariciarte,
aunque no lo escuches. Te quiero....
Sakkarah
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