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BUCANERITA

Era un hada.

Era un hada.

Era un hada un poco menudita y...no muy hermosa, pero era un hada buena a la vez que muy traviesa. Dormía en las nubes, se columpiaba en las hojas, les tiraba del rabito a los conejos....Los ositos las abrazaban al verla, las comadrejas igual y...los murciélagos blancos. Todos la querían mucho, pero ella no era feliz en su mundo

Un día le dijo al viejo árbol: "Yo he soñado con un ser humano, es más bello que todos los habitantes del bosque, quiero ir tras él. Yo poseo mucho amor y sé que el me querrá tanto o más que los ositos y comadrejas" El árbol la dijo: " Sueñas muy alto, tu no eres para humanos, tu lugar es este bosque y quizá no consigas el sueño nunca"

El hada le contestó: " Siiiii, lo conseguiré, soy el hada del amor, cómo no me va a querer?" "Si no lo consigo, me destierras, pero te lo traeré y habitará con nosotros. seréis todos felices"

El hada partió tras su sueño llena de ilusión y conoció al humano y paseo con él. Conoció por vez primera la felicidad. Cantaba, reía; todo era más maravilloso que en el bosque.

Un buen día se encontró con una humana, y no miraba con buenos ojos al hada...Se dio cuenta que era la pareja de su hombre y....no sabía que hacer. No quería renunciar y sabía que debía. Al bosque ya jamás volvería. Le habló al hombre de su sueño, pero él tenía otro más bello que el de ella, pero no con hadas, con la humana.

El hada desesperada vagaba y vagaba, pero no se alejaba de él. Pensó que si era el hada del amor, tendría derecho a estar con el humano. Se equivocó el hada. El árbol era sabio. El humano y su mujer fueron felices porque el hadita desapareció.

Se sentía sola, triste, con miedo. Ya el bosque no era su casa y esa tierra tampoco. A dónde podía ir? El humano la decía que habría muchos que la querrían, que se fuera con otro, pero ella....solo quería ese sueño que nació con ella y era eterno, nunca podría tener otro.

Vagó,. volvía, se iba...y..un día buscó un rosal marchito y...en una rosa seca y casi sin pétalos se escondió. Durmió pensando en su sueño y ya jamás quiso despertar. La lluvia, el frío, los hielos acabaron con ella, pero, su amor quedó y dio vida a ese rosal, que resultó silvestre. El rosal es el más bello que existe, pero ya nadie ni humano, ni del bosque sabrá encontrarlo. Solo lo encontraran las parejas de enamorados que amen con amor verdadero y podrán cortar una rosa para su amada

Sakkarah

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